En una taberna de la calle Borbolla (actual calle Real), número 59, del pueblo de San Juan de Aznalfarache, se promovió una reyerta entre cuatro vecinos y tres marineros italianos de un vapor surto en este puerto...
Giuseppe
Cabarni (28 años), Egardo Margoti (25 años) y Marco Runes (34 años), son tres
súbditos italianos, tripulantes de un barco de la misma nacionalidad que, por
motivos mercantiles o comerciales, queda anclado en el puerto fluvial de San Juan
de Aznalfarache, el día 6 de diciembre de 1925.
Según
se narra en las investigaciones posteriores, parece ser que el italiano Egardo
estuvo, a las dos de la tarde, en el establecimiento de bebidas de Nicolás
Escribano Pérez, de 36 años, sito en la calle Borbolla Nº. 59 (actual calle Real, en el Barrio Bajo), adquiriendo
unas botellas de vino, para llevárselas al barco y, en tanto se las despachaban,
entabló conversación con una sobrina del dueño de la taberna, indicándole uno
de los hermanos Labrado, vecinos de la localidad y también presentes en el mismo
establecimiento, que dejara la charla, cosa que no agradó al italiano.
El
marinero italiano abandonó el establecimiento, presentándose nuevamente, con
los otros dos compañeros mencionados, a las siete de la tarde, cuando se
encontraban en la taberna los hermanos Mariano y Luis Labrado, Pascual Fernández
García e Ildefonso García Fernández.
Los
italianos pidieron al dueño unas botellas de cerveza y. cuando este se disponía
a servirles, el primero de los citados extranjeros, haciendo uso de un arma
blanca, agredió a Luis Labrado. Su hermano Mariano, al darse cuenta de la
actitud de Cabarni, le dio un fuerte golpe en la cabeza con una silla y, a partir
de aquel momento, se registró, en el interior del establecimiento, una
verdadera batalla campal.
Después
de la encarnada y sangrienta lucha, durante la cual quedaron fuera de combate
tres de los contendientes, acudieron las autoridades y vecinos del pueblo,
quienes auxiliaron a los lugareños, los cuales, junto a los italianos heridos,
fueron asistidos por el médico titular de la localidad.
Los
hermanos Mariano y Luis Labrado presentaban heridas de gravedad, por arma
blanca y de grandes dimensiones, como el súbdito italiano Egardo Marcoti; su
compañero Cabarni tenía una herida contusa de escasa de escasa importancia en
la cabeza.
El
día 7 de diciembre, el Juzgado de Primera Instancia del distrito sevillano de San
Vicente, en funciones de guardia, compuesto por el juez, el señor Pérez del Río
y el oficial habilitado, el señor Fernández, se trasladaron a nuestra localidad,
para cumplimentar la recogida de datos, que comenzó el Juzgado Municipal de San
Juan de Aznalfarache. Tomaron declaración al dueño del establecimiento y a los
protagonistas del sangriento suceso, incluidos los tres contendientes
gravemente heridos. El grave suceso estaba siendo comentadísimo por los vecinos
de nuestra localidad.
Terminadas
las primeras diligencias, el señor Pérez del Río, decretó auto de prisión contra
los italianos compañeros de Egardo, disponiendo su ingreso en la Cárcel de
Sevilla, a la cual fueron conducidos por una pareja de la Guardia Civil del
puesto de San Juan de Aznalfarache.
Egardo
Marcoti, que se encontraba herido de gravedad, pasó al Hospital Central. Los
hermanos Labrado que, igualmente, sufrían heridas graves, quedaron en sus
respectivos domicilios.
Las
diligencias practicas por el juzgado de guardia de San Vicente pasaron al de Primera
Instancia de San Román.
El
día 9 de diciembre, el Juzgado municipal de San Juan de Aznalfarache transmitió
al de instrucción del distrito de San Román el fallecimiento de Mariano Labrado
Ruiz, uno de los protagonistas del sangriento suceso desarrollado en un
establecimiento de bebidas del vecino pueblo, tras resultar gravemente herido
de seis puñaladas. La autopsia del cadáver había sido practicada por el
facultativo titular de dicho pueblo.
El
súbdito italiano Egardo Marcoti, otro de los protagonistas y que se encontraba
en el Hospital Central, había sido dado de alta del benéfico establecimiento,
para ingresar en la cárcel, por disposición del juez señor La Rosa.
En
junio de 1926 se celebró el juicio a Giuseppe Carbani, a quien la fiscalía
culpaba de delito de homicidio sobre Mariano Labrado quien, con una herida
incisa, se le fracturó la primera costilla, afectándole al pulmón y lo cual le
produjo una hemorragia interna y la muerte el día 8. La herida se la causó el
procesado con un cuchillo de grandes dimensiones, que también provocó a Luis
Labrado otra herida, también incisa, de la que tardó en curar 36 días. El
procesado también presentó una herida contusa en la región parietal izquierda,
que le produjo Mariano Labrado, defendiéndose con una silla, de la que tardó en
curar 26 días.
La
herida que se le causó al súbdito italiano Egardo Marcoti, que tardó en curar
menos de 15 días, no fue juzgada, ya que no se pudo determinar quién se la provocó.
El
Ministerio fiscal acusaba al procesado de un delito de homicidio, por el que
solicitaba la pena de 12 años y un día de reclusión temporal e indemnización de
5000 pesetas; y de otro de lesiones, por el que se pedía la pena de cuatro
meses y un día de arresto mayor e indemnización de 200 pesetas.
La
defensa, también provisionalmente, negaba los hechos y solicita la absolución.
NOTA DE LA
DIRECCIÓN DEL BLOG: No hemos encontrado la resolución del juez, que debió ser
en los días siguientes.
Prensa consultada
para redactar este texto:
“El
Noticiero Gaditano”, 7 de diciembre de 1925.
“El
Correo de la Mañana, diario independiente, el de mayor circulación de Extremadura”,
8 de diciembre.
“Diario
de la Marina, periódico independiente”, 8 de diciembre.
“El
Liberal”, 8 de diciembre.
“La
Opinión, diario independiente”, 9 de diciembre.
“El
Liberal”, 10 de diciembre.
“El
Liberal”, 19 de junio de 1926.
“El Liberal”, 20 de junio de 1926.
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