La Fábrica de Perfumes de San Juan de Aznalfarache de 1840 a 1869

La portada del actual Callejón del Aire (2024), casa de don Antonio Olmedo (1926, primeras décadas del siglo XX) y Huerta de la Merced (entre 1612 y 1768), también fue sede de la destilería para la elaboración de perfumes, entre los años 1840 y 1869.

Según se narra en la “Guía de Sevilla y su provincia”, de 1874, "la magnífica fábrica de perfumería, propiedad de los Sres. Court e Hijos, fue fundada en 1840 y establecida en San Juan de Aznalfarache". Hay algún especialista en la historia local, que señala que las tierras de esta industria abarcaban toda la orilla del término municipal y fincas del Barrio Bajo, antes de su pleno desarrollo como urbe.

A continuación, el primer dato importante lo encontramos en 1849, ya que Pascual Madoz destaca las fábricas de jabones comunes, la de jabones de olor, esencias, pomadas y aceites, establecidas en nuestra localidad, por el Sr. Court, en una casa capaz, con una extensa huerta cercada por tapias, convertida en jardín en aquella época, donde se cultivan las plantas útiles para el establecimiento, por el perfume de sus flores.

En conjunto y relacionada con toda esta producción, a partir de las plantas, habría dos fábricas instaladas en San Juan de Aznalfarache: Una propiamente para el extracto del perfume y otra para el procesamiento del orozuz. Ambas tendrían empleados a bastantes jornaleros todo el año para trabajar la tierra.

Siguiendo las indicaciones de Daniel Pineda Novo y a través de la tradición oral, por aquellos extractos de perfumería, a todo el pueblo (cuya urbe se asentaba predominantemente en el actual Barrio Bajo), lo envolvía un penetrante olor que, desde lejos, provocaba que se dijera: “San Juan huele a rosas”.

También nos explica la investigadora Amantina Cobos que los terrenos que ocupó la fábrica de Cros (en el año 2024, se corresponde con el polígono comercial Alavera y el antiguo centro de creación de empresas que se creó subvencionado por la Unión Europea), e incluso más fincas, eran plantaciones de flores. La destilería para la elaboración de los perfumes se realizaba en la casa que (en 1926), pertenecía a don Antonio Olmedo y que antes fue hacienda de la Merced. Como dato curioso, dicha autora señaló que las muchachas que trabajaban en esta fábrica de esencias eran conocidas por el agradable perfume por el que estaban impregnadas.

Las fábricas de orozuz estaban cerca del río y las plantaciones de flores se hallaban en la rivera del término municipal de nuestra localidad, por lo que es fácil pensar que, en el siglo XIX, alguna de las fachadas aún existentes en la calle Betis (año 2024), o la edificación anterior que hubiese, sería la ubicación de las instalaciones para la preparación del regaliz en San Juan de Aznalfarache.

También el comercio con el regaliz, orozuz o palo dulce fue una industria de gran importancia en el siglo XIX en Sevilla y se producía en abundancia en la vega del Guadalquivir: de hecho, había dos fábricas en la propia ciudad, una en Coria del Río y otra en San Juan de Aznalfarache, cuya gestión también estuvo a cargo del Sr. Court.

Su producción era muy apreciada en los mercados de Inglaterra e incluso en Estados Unidos, adonde se exportaban y se usaban para masticarlos por su cualidad pectoral, como para elemento de composición del tabaco, la cerveza y otras producciones.

El número de quintales de esta especie de palo dulce, que se elaboran en las cuatro industrias indicadas es de 80.000 al año, siendo esta fabricación sumamente ventajosa para el país, no sólo porque se libra a la tierra de una raíz que le es nociva, sino también por los muchos brazos que en ella se emplean.

La industria del extracto del orozuz ocupaba muchos brazos, pues además de los que se elaboran en las fábricas, se sostienen muchas familias con el jornal no muy corto, que obtienen los trabajadores del campo, con particularidad, después de concluidas las faenas de recolección y antes de principiar la arada y la siembra, arrancando del suelo con el azadón la raíz de aquella planta, que llevan a vender a las fábricas, donde se compra por quintales. Es tanto lo que se benefició esta industria en aquellos años de mitad del siglo XIX que, a pesar de ser muy abundante dicho vegetal, comenzó a notarse una disminución considerable.

En 1858, en el periódico “Diario de Barcelona”, se expone un artículo sobre la Exposición Provincial de Sevilla de Agricultura, Industria y Bellas Artes, indicando los productos industriales que se pueden encontrar en la misa. El texto concreto que nos interesa es el siguiente:

Entre las industrias que se van desarrollando rápidamente en este país, una de ellas es la perfumería. Los tres expositores, que se presentaron en este ramo, merecen singularmente la atención. La fábrica del señor Court, establecida en San Juan de Aznalfarache, presentó esencia de rosas del país (extraída en la misma fábrica), agua de azahar, un jabón animal inmejorable y otros varios productos. La abundancia de flores en este país hace que pueda establecerse aquí, con ventaja, la extracción de esencias y fabricación de artículos de perfumería.

A pesar de estas buenas perspectivas, algo debió de empezar a ir mal en la empresa, ya que, según escribió Daniel Pineda Novo, en 1861, Paulino Court, domiciliado y residente en la ciudad francesa de Grasse, dio poder y mandato a su hermano Bruno “para vender, bien sea amigablemente, bien sea en subasta a las personas y a los precios, cláusulas y condiciones que el mandatario avise, todo o parte de las casas que el constituyente posee en común con el mandatario, Bruno Court, en el pueblo de San Juan de Aznalfarache, cerca de Sevilla, Reino de España, así como también la propiedad rural, igualmente de su pertenencia, en común , en el término de dicho pueblo, conocida bajo el nombre de Haza del Diablo”.

Que la hacienda o haza del Diablo, en los límites del término de San Juan de Aznalfarache, lindando con Sevilla y Tomares, también fuera propiedad de Court e Hijos, cuya destilería estaba en el centro del actual Barrio Bajo, muestra que fueron unos grandes terratenientes de la localidad en el siglo XIX.

Por el motivo que fuese, Bruno Court siguió adelante con la empresa, ya que en 1862, en el “Catálogo oficial de la Exposición de Londres”, aparece inscrita la empresa “Court e Hijo”, que trabaja en el sector de la perfumería, con sede en San Juan de Aznalfarache, Sevilla.

En los anuncios que se publican en la Guía de Sevilla, en el 1865, el relojero Alberto Galloy, que trabaja para Sus Altezas Reales los Infantes Duques de MontPensier y que tiene su sede en la Calle de las Sierpes, también explicita que tiene un depósito en la Plaza del Salvador, concretamente, en el número 6, con “perfumería de la acreditada fábrica de San Juan de Aznalfarache, al por mayor y menor”.

En 1867, Court e Hijos también participa en la Exposición Universal de París, con productos de perfumería, jabones y esencias.

Sin embargo, en 1869, los hermanos Luca de Tena adquirieron la magnífica fábrica de perfumería, propiedad de los Sres. Court e Hijos (fundada en 1840), trasladando la producción y elaboración a su colonia en Torreblanca, donde habían instalado aparatos y maquinaria de última generación para el procesado de las plantas y la producción de los perfumes, jabones, esencias, etc.

Este hecho marca el fin de aquella industria local del perfume en la que, según nos informaron verbalmente, también formaban parte la familia Lissén (por entonces, con escritura y pronunciación afrancesada: “Litchen”), que comenzaron la destacada acción empresarial aceitunera en San Juan de Aznalfarache.

 

Bibliografía:

COBOS DE VILLALOBOS, A. (1927): “Apuntes históricos de San Juan de Aznalfarache”. Sevilla, Ateneo Cultural de Sevilla.

COMISIÓN REGIA DE ESPAÑA (1867): “Catálogo General de la Sección Española”. Paris, Imprenta General de CH. Lahure.

DEPARTAMENTO ESPAÑOL EN LA EXPOSICIÓN (1862): “Exposición Internacional en Londres”. Madrid, Imprenta Nacional. Londres, Spottiswoode.

GÓMEZ ZARZUELA, M. (1865): “Guía de Sevilla y su provincia: Arzobispado, Capitanía General, Tercio Naval, Audiencia Territorial y Distrito Universitario”. Sevilla, La Andalucía.

GÓMEZ ZARZUELA, M. (1873): “Guía de Sevilla, su provincia, etc.”. Sevilla, Imprenta de la Andalucía.

GÓMEZ ZARZUELA, M. (1874): “Guía de Sevilla, su provincia, etc.”. Sevilla, Imprenta de la Andalucía.

LAMA MARCOS, M.: “La industria del regaliz en Coria del Río, 1839-1938”. Sevilla.

MADOZ, P. (1849): “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar” (tomo XIV) Madrid, Imprenta de Pascual Madoz.

PINEDA NOVO, D. (1980): “Historia de San Juan de Aznalfarache”. Sevilla, Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache.

Publicación:

“Diario de Barcelona, de avisos y noticias”, 6 de junio de 1858.

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