En este texto, hablamos de uno de los almacenes de
aceitunas más antiguos del pueblo, que es anterior a la estancia de
la familia Lissén y su trabajo en la fábrica de perfumes (siglo XIX), pero que tenía el gran
problema de estar junto a la margen derecha del río Guadalquivir, lo que
provocó grandes desastres para estas instalaciones y de ahí el abandono y
cambio de propietarios y de usos con el paso de los siglos.
En mitad del siglo XVII, en esta parcela portuaria a la que nos referimos, justo en la orilla del río, es donde pudo establecerse la cosechadora de Gerónima Ravachero, exportadora de caldos, aceite y aceitunas al Nuevo Mundo, según indicó el investigador Daniel Pineda Novo, tras su documentación en el Archivo General de Indias.
Encontramos un primer anuncio de la
existencia de un almacén de aceite (por desgracia, no se menciona la dirección,
por lo que no se puede garantizar del todo que sea el de la calle Real), en la
publicación “Hebdomanario útil sevillano”, del 9 de febrero de 1759, ofreciendo
arrendar esas instalaciones aceituneras, con cabida para más de 1000 arrobas,
en nuestro pueblo, denominado por entonces como “San Juan de Alfarache”. La
razón del mismo se daba a un hombre llamado Juan Albárez, con puesto de cebada
junto a la Puerta de Triana.
Esta venta la enlazamos con la familia
Inurria, nobles con obtención del título de hidalguía en el Señoría de Vizcaya,
desde 1755 (al ser descendientes de las casas solariegas de Ynurria, con
caballeros escuderos), procedentes de La Rioja y con presencia en Sevilla desde
principios del siglo XVIII. Se da la curiosidad de que este apellido está
relacionado con la Anteyglesia de San Juan Baptista de Ascoaga, santo también
relacionado con San Juan de Alfarache, desde que, en el siglo XIII, la Orden de
San Juan de Acre lo hiciera patrono de esta villa sevillana.
D. Luis Gonzaga de Inurria y Sotelo nació
en Sevilla y fue bautizado en la Iglesia parroquial del Salvador el 24 de junio
de 1754, siendo refrendado por el cabildo hispalense como hijodalgo en 1776,
fue también reconocido con tales honores en Tomares, en 1787, de donde ya era
vecino y hacendado. Hay que recordar que San Juan de Alfarache era aldea de la
vecina localidad tomareña, por lo que puede que ya por entonces, viviera o
tuviera estas posesiones cercanas al río Guadalquivir.
Este sevillano se casó con Doña Rita
Juániz y Echalaz, que fueron padres de D. Luis Gonzaga de Inurria Juániz,
bautizado en la Iglesia parroquial del Sagrario de la Catedral, el 14 de enero
de 1797 y quien ya encontramos que fue hacendado en San Juan de Alfarache, que
también quiso ser considerado como noble en esta villa, lo cual se acordó el 9
de noviembre de 1830.
Su heredero, que también sería propietario en San Juan de Alfarache y, por la documentación que presentamos a continuación, es José María Inurria.
Para terminar de hablar sobre la historia de esta familia, indicamos que los datos del Padrón de enero de 2011 establecen que este apellido vasco es poco frecuente, llevándolo 136 personas en España, de las cuales, 119, estaban censadas en la Provincia de Sevilla.
Las referencias, por orden cronológico (pues
no aparecen así en el texto original de “Gaceta de Madrid”), de las propiedades
de la familia Inurria en San Juan de Alfarache, con la denominación “Nuestra
Señora del Rosario” y situadas, o al menos con acceso, en la calle Real, según
el Registro de la Propiedad del partido judicial de La Algaba, son:
-Hacienda de Luis Gonzaga Inurria en
Nuestra Señora del Rosario, sin cabida, venta con tributo en 1783.
-Hacienda de Luis Gonzaga Inurria en
Nuestra Señora del Rosario, sin cabida, reconocimiento de tributo en 1792.
-Hacienda de Luis Gonzaga Inurria de
Nuestra Señora del Rosario, sin cabida, imposición de tributo en 1792.
-Casa y demás pertenencias de Luis Gonzaga
de Inurria en calle Real, hacienda de Nuestra Señora del Rosario, sin número ni
linderos, venta con tributo en 1787.
-Casa y otras oficinas de La Misericordia
en calle Real, hacienda de Nuestra Señora del Rosario, sin número ni linderos,
reconocimiento de tributo en 1792.
-Hacienda del patronato de Pedro González
Gallardo, en calle Real, hacienda de Nuestra Señora del Rosario, sin número ni linderos,
imposición de tributo en 1792.
-Hacienda de Luis Gonzaga Inurria en Nuestra
Señora del Rosario, sin cabida, tres hipotecas en 1793, 1801 y 1808.
-Hacienda de Luis Gonzaga de Inurria en
calle Real, hacienda de Nuestra Señora del Rosario, sin número ni linderos,
hipoteca en 1801.
-Hacienda de Luis Gonzaga de Inurria y su
mujer en hacienda del Rosario, sin número, calle ni linderos, hipoteca en 1808.
-Hacienda de Luis Gonzaga de Inurria en
hacienda del Rosario, sin número ni linderos, hipoteca en 1845.
-La fábrica o hacienda de José María
Inurria en Nuestra Señora del Rosario, sin cabida ni linderos, adquisición en
1845.
A todas estas indicaciones, incorporamos
una más de la “Gaceta de Madrid”, pero del año 1864, en la que el Juez de
primera instancia del distrito de San Vicente, sito en la capital hispalense,
el Sr. D. Cristóbal Navarro Guillén, cita a las personas que se crean con
derecho para litigar en los autos, promovidos por D. José Inurria, sobre la
cancelación de ciertas hipotecas, impuestas sobre una casa de campo o hacienda
titulada “Nuestra Señora del Rosario”, situada en la calle Real de la villa de
San Juan de Aznalfarache (ya se usaba esta denominación por entonces, antes de la segregación de Tomares, en 1890), para
que, en el término de 30 días, se personen competentemente.
Como hemos visto en la relación de
indicaciones anteriores, no sólo la familia Inurria tenía presencia en esta
finca o parcela, entre las calles Guadalquivir (Betis) y Peñasquerío (o como se
denominara por aquella época), pues también se mencionaba a Pedro González
Gallardo y una empresa o sociedad llamada La Misericordia, cuya vinculación con
la familia Inurria desconocemos.
Como ya hemos mencionado al principio,
estos terrenos están muy marcados en su historia por su proximidad a la margen
derecha del río Guadalquivir y, al contrario que en el presente, que está muy
controlado su cauce por diversas presas, en aquella época y, a causa de grandes e
intensas lluvias, podía llegar a ser muy caudaloso. En este momento, nos
queremos referir a las inundaciones de los meses de diciembre de diciembre de
1876 y enero de 1877, llegando a subir hasta los 10,18 metros, durando la riada
siete días.
Y nos referimos a la segura anegación de estas tierras de la villa de San Juan de Aznalfarache, porque se hace evidente que, ante tal cantidad de agua, el río borró la existencia de esta hacienda, quedando muy dañadas las instalaciones y el terreno, lo cual hace muy probable la emisión del siguiente anuncio, el cual hallamos por primera vez en agosto de 1877, en la prensa hispalense:
Los herederos de Inurria o quienes
consiguieran la propiedad de la hacienda, la pusieron a la venta, ya sin un
nombre concreto. Encontramos este anuncio en nueve ocasiones, durante el año
1877.
Por ahora, tenemos pocas referencias de la siguiente denominación de este terreno: la huerta de Santa Bárbara, cuya existencia pudo rondar entre los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del XX, siendo ya propiedad de la familia Lissén, con la administración de Francisco, hermano de Pedro y que tuvo una tienda de alimentación en la esquina de la calle Fernández Campos (por aquel entonces, "Merced"), con Real.
Bajo la denominación de “huerta”, comprendemos que estuvo
compuesta por árboles frutales y, como se podrá ver en fotos posteriores, al
menos existió una palmera (como también las hubo en la finca de Valparaíso),
además de olivos (que pudieran existir junto a la fábrica de aceite del lugar),
y algunas otras especies vegetales, como los naranjos, también habituales en las
otras propiedades rústicas de la margen del río de este término municipal. Francisco vivió frente al portón de la finca que regentaba.
A finales del siglo XIX, la esquina de esta finca, cercana al río y comunicada con la calle Betis, pasa a ser la popular Venta Cortés, y a la lado se ubicaría la escuela taurina de San Juan de Aznalfarache.
En 1947, D. Antonio Lissén Velasco, hijo de Francisco, le vuelve a dar vida a las instalaciones que sobreviviesen a las riadas, nuevamente como fábrica de aceitunas. Y fuese por causa de su gestión o por otras circunstancias (en principio, en el primer año indicado a continuación, no se produjo riada o inundación en la provincia de Sevilla), hasta que en 1953, la cierra por quiebra del negocio. En 1958, 1965 y 1971, por situación económica ruinosa, D. Antonio Lissén, estuvo vendiendo, por parcelas, todo aquel terreno.
Fotos del año 1946, con la fábrica de aceitunas junto al río, vista desde la calle Betis, probablemente, en sus inicios, junto a las chimeneas de la fábrica de loza:
Como ya indicamos anteriormente, una palmera, en el centro del terreno, representa una posible superviviente a las riadas, que vendría de los tiempos anteriores como huerta, o incluso de la hacienda Nuestra Señora del Rosario.
Fotos de la fábrica junto al río, a pleno rendimiento, llena de toneles, con instalaciones que no se aprecian en la foto de la riada de 1924.

Para buscar fondos, parte de aquella
tierra, colindante con la calle Betis, la alquiló don Antonio Lissén o sus
herederos o deudores, y se convirtió en el cine de verano o al aire libre de
Don Pascual.
En la década de los años 80, lo que no fue edificado como casas (todas ellas con acceso a las calles Peñasquerío, Real y Betis), se convirtió en el campo de un club local de fútbol, el Patria (previamente lo fue del Victoria, el primer equipo de balompié de San Juan de Aznalfarache). Aún existía, aunque ya muy deteriorado y carcomido, junto a una pared derruida, el portón que tenemos datado del almacén de aceitunas de Lissén, que también pudo servir para el acceso a la huerta de Santa Bárbara y, quién sabe, si ese mismo u otro previo, fue el que utilizaron la familia Inurria, para acceder a su hacienda desde la calle Real. Queda la duda de la antigüedad de este portón, que pudo ser el mismo para esta gran parcela desde siglos atrás.
Desde el año 1992, llegamos al presente,
con la construcción de la urbanización o complejo residencial Balcón del Río,
el cual, al igual que los mapas en los que se ubica la huerta de Santa Bárbara
y el almacén de aceitunas de la familia Lissén junto al río, nos sigue
mostrando ese terreno original que también fue la hacienda Nuestra Señora del
Rosario. Delimitado al este por la margen derecha del río Guadalquivir (y el Paseo
fluvial Nuestra Señora del Carmen); al oeste, por la calle Real (con acceso por
su entrada peatonal principal); al sur, por la calle Peñasquerío (que tuvo, en
otras épocas, otras denominaciones); y al norte, por la calle Betis (o calle Guadalquivir),
con todos estos datos, aportamos lo que conocemos sobre esta parcela del
término municipal de San Juan de Aznalfarache, la cual a su vez, dio la
consistencia en el tiempo para que se mantuvieran igual las mencionadas calles:
Betis (Guadalquivir), Peñasquerío y Real.
NOTA: Porque no se específica la relación en
momento alguno en las fuentes documentales de este texto, no hemos indicado la
existencia de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, también con acceso por
la misma calle Real de San Juan de Aznalfarache. Pero es evidente que hubo una conexión. Para más información sobre este templo y la hermandad
propietaria del mismo, dejamos a continuación el enlace como su historia, para
quien desee saber más:
https://hermandadrosariosanjuan.blogspot.com/p/historia.html
Bibliografía y fuentes documentales:
-“Boletín Oficial del Estado”. 28 de mayo
de 1965. Número 127. Madrid. Página 7674.
-“Boletín Oficial del Estado”. 4 de diciembre
de 1971. Número 290. Madrid. Páginas 19624 y 19625.
-DE BORJA PALOMO, F. (1878): “Historia
crítica de las riadas o grandes avenidas del Guadalquivir en Sevilla”. Tomo I.
Francisco Álvarez y Compañía, Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Domingo, 19 de agosto de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Miércoles, 22 de agosto de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Domingo, 26 de agosto de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Miércoles, 29 de agosto de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Jueves, 30 de agosto de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Sábado, 1 de septiembre de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Viernes, 7 de septiembre de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Jueves, 13 de septiembre de 1877. Sevilla.
-“El Español, diario político de Sevilla”.
Domingo, 30 de septiembre de 1877. Sevilla.
-“Gaceta de Madrid”. Sábado, 19 de
noviembre de 1864. Madrid.
-“Gaceta de Madrid”. Jueves, 8 de febrero
de 1872. Número 39. Página 419.
-“Hebdomanario útil sevillano”. Número 6.
Viernes, 9 de febrero de 1759. Papel 73. Página 2. Sevilla.
-HIDALGO LERDO DE TEJADA, F. (2009):
“Recibimientos de hidalguía en el reino de Sevilla: Tomares, siglos XVII-XIX”,
en “Anales de la Real Academia Matritense
de Heráldica y Genealogía”. Tomo XII. Páginas 25 a 83.
-PINEDA NOVO, D. (1980): "Historia de San Juan de Aznalfarache". Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache, Sevilla.
-RUIZ PALACIOS, A. (2014, 2ª edic.):
“Cuando sopla el viento. Tradiciones, cuentos y leyendas del siglo XX, en San
Juan de Aznalfarache”.
-“Sevilla, diario de la tarde”. Martes, 3 de junio de 1958. Sevilla.
Con fotos aéreas cedidas por un amigo de la localidad y vivencias propias.
Webs:
heraldicafamiliar.com/inurria/
sedecatastro.gob.es/














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