Leemos en el periódico "El
Liberal", de 28 de enero de 1901, en una sección titulada “Cosas nuevas y viejas”:
El
huracán que se desencadenó en Sevilla el 23 de octubre de 1842 fue de los más
grandes e imponentes que padeció la capital de Andalucía en el pasado siglo.
[…]
Para dar una idea de la importancia de aquel huracán y de lo considerable de las pérdidas que causó, basta decir que, en una sola hacienda, próxima a Aznalfarache, fueron arrasados 200 olivos y que una infinidad de casas de campo y ventorrillos quedaron convertidos en ruinas.
El diario “El Corresponsal”, editado en Madrid y con fecha 4 de noviembre de 1842, confirma esta noticia, indicando que el viento arrancó más de 100 olivos, en una hacienda próxima a San Juan de Aznalfarache y que los arrieros que llegaron a sus lugares de trabajo en el campo, se encontraron lugares donde el arbolado había desaparecido.
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