Noticia
publicada en “La Correspondencia de España, diario universal de noticias”, 6 de
noviembre de 1887:
“Hace
ya bastante tiempo que tuvo la desgracia de ahogarse un joven marino
perteneciente a un barco vizcaíno surto en Sevilla.
El
cadáver no pudo ser encontrado o, mejor dicho, no se buscó y, actualmente, los
pescadores de San Juan de Aznalfarache, se encuentran, diariamente, ya en un
sitio, ya en otro, pedazos del cuerpo aquel infeliz, que las mareas dejan y
recogen en las orillas”.
De
manera muy parecida, este hecho también lo recogió la publicación “La Monarquía”
que, con la misma fecha que el anterior, lo explica con estas palabras:
“Un joven tripulante de un barco vizcaíno, surto en Sevilla, tuvo hace tiempo la desgracia de ahogarse, y su cadáver no apareció en parte alguna; pero, actualmente, los pescadores de San Juan de Aznalfarache encuentran, casi a diario, pedazos del cuerpo de aquel infeliz, que las mareas dejan y recogen en las orillas”.
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