Noticias
sobre las procesiones de la imagen de Nuestra Señora del Rosario, en los años
1893, 1895, 1896 y 1897, todas ellas extraídas de “El Noticiero Sevillano, diario independiente de noticias, avisos y
anuncios”.
Se publicó el día 8
de octubre de 1893:
Hoy
saldrá, procesionalmente, en la inmediata villa de San Juan de Aznalfarache, la
venerada imagen de Nuestra Señora del Rosario, que este año estrena un elegante
paso, costeado por doña Asunción Olmedo.
Se publicó el 2 de
octubre de 1895.
Los
vecinos del próximo pueblo de San Juan de Aznalfarache se disponen a celebrar,
con el mayor entusiasmo, la festividad de la Virgen del Rosario.
Habrá
misa solemne, predicando D. Juan de Dios Peña y Rada, cura propio del pueblo.
Por
la tarde, saldrá procesionalmente, acompañada de su piadosa hermandad, la
imagen de la Santísima Virgen, que estrenará este año un artístico y elegante
paso.
Las
calles que ha de recorrer la procesión lucirán arcos de follaje, gallardetes y
una gran iluminación, quemándose por la noche una vistosa colección de fuegos
artificiales. Una banda de música amenizará las fiestas.
Dada
la proximidad del pueblo y lo barato del viaje, tanto por los vapores de recreo
de los señores Camacho y Compañía, y por los carruajes de D. José Cortés, que
saldrán de hora en hora, seguro que han de ser muchas las personas de esta
capital que pasarán la festividad del Rosario en San Juan de Aznalfarache.
Se publicó el 8 de
octubre de 1895:
La
fiesta del Rosario, celebrada en San Juan de Aznalfarache, ha resultado este
año brillantísima, concurriendo a aquella localidad, más de 1000 personas de
esta ciudad.
Se publicó el 3 de
octubre de 1896.
Mañana
estará de fiesta el inmediato pueblo de San Juan de Aznalfarache, con motivo de
celebrarse las de Nuestra Señora del Rosario, que saldrá procesionalmente. Se
capearán cuatro toros y se inaugurará el nuevo casino de labradores y
propietarios.
Se publicó el 18
de octubre de 1897.
Anoche,
a las siete, pudo ocurrir en la villa de San Juan de Aznalfarache una sensible
desgracia.
Encontrábase,
a la expresada hora, una carreta a la puerta de la casa de Rafael Quiles
Sambruno, calle Real, número 4, estando encargado de los bueyes el vecino de
Gelves, Manuel Pinto León. En aquel momento, pasaba por la citada calle la
procesión del Rosario, acompañada de gran número de fieles y de las autoridades,
precedida de voladoras y cohetes.
La
detonación de estos hizo que los bueyes se asustaran, emprendiendo vertiginosa
carrera, siendo un verdadero milagro que no arrollasen a algunas de las muchas
personas que presenciaban el paso de la procesión.
El boyero Pinto trató de detener a las reses, siendo arrollado y resultando con graves contusiones en distintas partes del cuerpo, de las que fue curado por el médico titular de dicha villa y conducido después, en un carruaje, a su domicilio en Gelves. Los bueyes fueron detenidos por algunos vecinos, evitando que ocurrieran más desgracias.
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