Don Juan de Dios Peña Rada, párroco por 48 años en San Juan de Aznalfarache 1889-1937

D. Juan de Dios Peña Rada,  junio de 1909.

No sabemos dónde, ni cuándo nació, ni en qué tiempo se ordenó sacerdote, pero con casi 48 años al frente de la Parroquia de San Juan de Aznalfarache (desde el 1 de agosto de 1889, al 10 de febrero de 1937), el Rvdo. Sr. D. Juan de Dios Peña Rada, vivió el cambio oficial de nombre de esta localidad, por su segregación del Ayuntamiento de Tomares, el paso del siglo XIX al XX, con todos sus desarrollos industriales y sociales, y el traslado de templo de nuestra localidad, desde lo alto del cerro, al Barrio Bajo, donde estaba asentada la población, también cercano a las primeras calles del Barrio Alto, que por entonces ya también existían.

Sí sabemos que la Parroquia de San Juan de Aznalfarache, con el templo del cerro y la capilla en la zona baja, venía de unos tiempos de inestabilidad, con varios sacerdotes ecónomos (que, según la definición de la Real Academia Española, es un sacerdote destinado en una parroquia por el prelado, para que haga las funciones de párroco, por vacante, enfermedad o ausencia del propietario), que no se asentaron en el pueblo, entre los años 1880 y 1889:

-1880, Rvdo. Sr. D. Pablo Antonio Espada: Pbro., cura ecónomo de la Iglesia parroquial de San Juan Bautista de San Juan de Aznalfarache.

-1881-1883, Rvdo. Sr. D. José Casa de Mont y Viveli: Pbro., cura ecónomo de la parroquia, también estuvo con licencia del Rvdo. Sr. D. Andrés López Salas., en la Iglesia parroquial de San Juan Bautista.

-1883-1884, Rvdo. Sr. D. Andrés López Salas: Pbro., cura ecónomo.

-1884-1885 (del 26 de noviembre de 1884 al 1 de enero de 1885), Rvdo. Sr. D. Manuel Serrano y de la Fuente, cura ecónomo.

-1885-1886 (del 14 de febrero de 1885 a 24 de abril de 1886), Rvdo. Sr. D. Antonio Barea y Gallardo: cura ecónomo, que denomina al templo como Iglesia parroquial de San Juan Bautista.

-1886-1889 (del 31 de diciembre de 1886, al 1 de agosto de 1889), Rvdo. Sr. D. Francisco Jiménez. Sin más datos sobre el nombre de este sacerdote; en los libros matrimoniales sólo se puede ver la firma y no es muy legible.

Y no sólo hubo cambios espirituales en esos años previos en el templo, pues también hubo modificaciones en su edificación, ya que, en 1886, con permiso de la autoridad eclesiástica, se labró la capilla-panteón del Conde de Aguiar, para que en ella descansaran los restos de don Andrés Parladé y Sánchez de Quirós, junto con los de su esposa y familiares. Obra realizada por el arquitecto sevillano don José Gómez Otero, padre del también arquitecto, don Aurelio Gómez Millán, autor del Recinto Sagrado al Corazón de Jesús.

Tenemos que suponer que D. Juan de Dios Peña Rada llegó a ser párroco de San Juan de Aznalfarache, por concurso, ya que, en un sobre con el nombre “Juan de Dios Peña Rada”, en los Archivos Diocesanos, hay dos pliegos de tamaño A-3, ambos con el logotipo “Concurso de Sevilla”, que se comprende que son para optar a plaza de párroco en este arzobispado.

Escritos a mano, en uno se contemplan casos de pecados y las posibles indulgencias; en el otro se escribe sobre la Santísima Trinidad, y la confesión y la absolución. Por desgracia, no hay fecha, ni firma, ni ninguna otra indicación sobre el contexto de estos textos.

El que don Juan de Dios Peña Rada no fue ordenado en Sevilla, ni tampoco su origen es de esta diócesis, como indicaría este concurso, lo ratificaría que su nombre no consta en los índices de seminaristas entre los años 1848 y 1900. En los libros de acceso a las órdenes sagradas (diaconado y presbiterado), de la época, tampoco se encuentra su nombre escrito. Todo esto confirmaría que vino de fuera de Sevilla.

Como ejemplos de lugares de procedencia, hemos hallado algunas posibilidades:

-El arqueólogo, historiador y archivero Juan de Dios de la Rada y Delgado, nació en Almería en 1827 y tuvo un hijo llamado Enrique de la Rada y Méndez. Es probable que no fuese el abuelo del sacerdote indicado en este artículo, pero quizá pudo ser su tío paterno. Como curiosidad sobre esta teoría, indicaremos que, en el sobre con los pliegos que tienen el logotipo “Concurso de Sevilla”, aparece también, por encima pero tachado, el nombre “Juan de Dios Rada y Delgado”.

-En 1882, recibe una mención honorífica de Historia Universal, el alumno Nicolás Rada y Peña, en Granada. ¿Un hermano de don Juan de Dios?

-El otro nombre propio que aparece en la tumba del cementerio es D. Juan de Dios Malpica Peña, fallecido el 18 de enero de 1963, con el mensaje de que su esposa no le olvida. Sabemos que la familia Malpica vendió aves domésticas y sus huevos en el chalet de la avenida 28 de febrero (actual Comisaría de Policía Nacional), y también tenemos el dato de que don Juan Malpica colaboró con un centro de mesa para la tómbola de la Hermandad del Rosario en el año 1929. Esta familia estuvo asentada en San Juan de Aznalfarache y por la coincidencia del apellido “Peña” estaban emparentados con el sacerdote.

D. Juan de Dios Peña Rada vive, siendo ya párroco, desde el 1 de agosto de 1889, la segregación de San Juan de Aznalfarache, que adquiere este nombre de forma definitiva, del Ayuntamiento de Tomares. Antes, el nombre oficial era “Tomares y San Juan de Aznalfarache” o sencillamente, la villa de “San Juan de Alfarache”.

Por aquellos días del mes de julio de 1890, en que se hizo oficial esta segregación, nos consta un primer desafío al que se tuvo que enfrentar este sacerdote, pues se presentaron en el pueblo de San Juan de Alfarache (oficialmente, cambió la denominación el día 19), a eso del mediodía, unos propagandistas protestantes, repartiendo hojas a las mujeres y niños, pero enteradas estas de lo que se trataba y, después de dar conocimiento al párroco, que confirmó sus sospechas, lo que irritó de tal manera a los propagandistas, que sus bocas parecían las del infierno; la emprendieron los vecinos con los tales agentes protestantes, que se vieron obligados, con el peso del calor, a abandonar el pueblo, dejando allí una gran cantidad de mercancía, la que quemaron en mitad de la plaza (se refiere a la actual Plaza de Andalucía, la única existente por entonces) las mujeres. La publicación añade que mentira parece que se atrevan, de ese modo y con tal descaro, a hacer tan impía propaganda, si no contaran con la impunidad sus autores.

El 5 de julio de 1895, en el diario “El Noticiero Sevillano”, aparece escrito que ese día habían estado en Sevilla el cura propio de Lantejuela, D. Francisco González y el párroco de San Juan de Aznalfarache, D. Juan de la Peña y Rada. También se encontraba en esta capital el cura propio de la parroquia de las minas de Riotinto, D. Antonio Delgado.

De este mismo año y en el mismo periódico, pero con fecha 2 de octubre es la noticia de que los vecinos del próximo pueblo de San Juan de Aznalfarache se disponen a celebrar, con el mayor entusiasmo, la festividad de la Virgen del Rosario. Habrá misa solemne, predicando D. Juan de Dios Peña y Rada, cura propio del pueblo. Por la tarde saldrá procesionalmente, acompañada de su piadosa hermandad, la imagen de la Santísima Virgen, que estrenará este año un artístico y elegante paso.

Pasamos a una noticia más social del año 1897, con la información de que continuaban constituyéndose las juntas municipales del censo de población para hacer la estadística de viviendas. En San Juan de Aznalfarache, la conforman: don Ramón Villa (presidente), don Manuel Domínguez, don Francisco Flores, don José Bernárdez, don Francisco Rodríguez, don Francisco García, don Joaquín Domínguez, don Juan de Dios Peña, don Antonio Molina, don Bernardino Claver, don Manuel Cano, don Antonio Olmedo y don Pedro Lissén. Queda claro que el párroco está situado entre lo que antiguamente se decían que eran las “fuerzas vivas”, autoridades o personas influyentes de la localidad.

Don Juan de Dios Peña Rada vivió la evolución de San Juan de Aznalfarache, desde un asentamiento rural a la etapa más industrializada de nuestra historia local, dentro del período denominado la Segunda Revolución Industrial, entre 1870 hasta 1914 (I Guerra Mundial), con grandes cambios técnicos e innovaciones. En esta villa ya existía, la fábrica de loza (1854), los almacenes para el procesamiento de las aceitunas (1872), una fábrica para el procesamiento del petróleo (entre 1892 y 1915, aproximadamente), y a estas industrias, se añadirían la fábrica de abonos y productos químicos Cros (1904), la llegada del ferrocarril minero desde Cala (1906), la escuela de sericicultura (1907-1928), la instalación de la electricidad (1909), el laboratorio farmacéutico Olea (1915), el laboratorio Sanavida, dirigido por don Otto Engelhardt (1922), la llegada de la línea del tranvía (1924) y la fábrica de ladrillos (1927), entre otros avances industriales, comunicativos, técnicos y científicos locales.

En febrero de 1901, encontramos la noticia de que el párroco de San Juan de Aznalfarache, participa de un evento religiosa en otra localidad: la inauguración de las escuelas parroquiales de La Puebla del Río. Merced a la generosidad del marqués de Casa Riera, ha podido celebrar La Puebla una gran fiesta, a la cual se han asociado los vecinos de los pueblos próximos, contribuyendo a dar mayor animación al acto plausible y consolador de inaugurar una escuela para la enseñanza gratuita del pueblo, esa gran masa llamada a desempeñar un papel importante en los destinos de España. En los pueblos del tránsito, San Juan de Aznalfarache, Gelves y Coria, gran número de personas esperaban el paso del arzobispo Mons. Spínola. El Sr. Spínola marchó a la iglesia de Santa María de la Granada, donde oró breves instantes, y después, revestido de pontifical, pasó a bendecir el local de las escuelas, precedido de la cruz de la parroquia y asistido por los sacerdotes Sres. Olmo y Peña y el cura del Sagrario de esta capital.

La noticia anterior aparece en el periódico “El Liberal” y, en este mismo diario sevillano, encontramos que, durante los días 28, 29 y 30 del mes de junio, se celebrará un solemne triduo en honor del Corazón de Jesús, en la villa de San Juan de Aznalfarache, siendo los oradores el señor don Mariano Guerrero, presbítero; el señor don Antonio Muñoz y Quirós, presbítero; y el señor don Juan Peña Rada, cura párroco de dicha iglesia. El domingo 30, a las once de la mañana, tendrá lugar la función principal, estando el panegírico a cargo del señor don José María Ruiz y Ruiz, cura ecónomo de la parroquia de San Miguel de Jerez de la Frontera. A las ocho del mismo día, tendrá lugar la comunión general.

Este triduo tuvo lugar en junio de 1901 y resulta curioso pensar que aquellas personas que participaron del mismo, incluido el propio párroco, nunca pudieron anticiparse, por mucha devoción que sintieran hacia el Corazón de Jesús, a lo que, cuatro décadas después, construiría el Cardenal Arzobispo de Sevilla Mons. D. Pedro Segura y Sáenz, al lado del templo en el cerro.

En 1909, la compañía Sevillana de Electricidad instala el alumbrado en la población de San Juan de Aznalfarache y es de esperar que la mejora realizada contribuya al desenvolvimiento de aquella población. Al acto inaugural de la iluminación eléctrica se le concedió, en esta villa, toda la solemnidad, asistiendo al mismo las autoridades de la localidad.

En la siguiente foto, vemos en primera línea, de izquierda a derecha, a D. Pedro Lissén Fernández; D. Otto Engelhardt (primer director de la empresa sevillana de suministro eléctrico, antes de ser vecino de esta villa); el párroco D. Juan de Dios Peña y Rada; y el alcalde D. Antonio Olmedo y Guerau, en el centro de la primera fila. Otras fuerzas vivas de aquellos tiempos en la localidad y que deben estar presentes en esta foto serían: D. Juan de Dios Sánchez López, secretario del Ayuntamiento; D. Antonio Molina Ortiz, juez municipal; D. Manuel Domínguez Sánchez, fiscal; D. José Caro Laffón, médico; D. Fermín Sánchez Medina, farmacéutico; y los maestros D. Fermín Sánchez Medina, D. Juan Martín Fernández y D. Antonio Aparicio.

Foto publicada el 8 de junio de 1909.

En los libros parroquiales, con fecha 31 de marzo de 1920 y escrito por D. Juan de Dios Peña y Rada, deja constancia de que usa, para la parroquia con templo aún en el cerro, la denominación de estar dedicada a San Juan Bautista. Ciertamente, y combinada con el nombre de la localidad, ya tal dedicación procedía del convento franciscano.

Nuevamente, sabemos por la prensa de este párroco al participar en un importante acto civil, ya que, según aparece en prensa, el 2 de marzo de 1924, los vecinos de San Juan salen a las calles a aplaudir la llegada del primer tranvía. En el mismo, las autoridades de Sevilla fueron recibidas por las de este pueblo: alcalde, don Manuel Lora Vela; primer teniente de alcalde, don Pedro Lissén: secretario, don Juan de Dios Sánchez; teniente de la Guardia Civil, don Juan Cantero Carrero; párroco, don Juan de Dios Peña Rada, etc.

El 27 de septiembre de 1926, con gran parte de la población sanjuanera reunida en el cine-teatro La Marina, para escuchar a la periodista, escritora y maestra Dª. Amantina Cobos de Villalobos, en la velada cultural del Ateneo de Sevilla, tal y como vemos en la foto, está presente el susodicho párroco, también en este caso, sentado junto a don Otto Engelhardt, quien ya era vecino de San Juan.

27 de septiembre de 1926.

Copiamos las palabras que dijo la oradora, sobre el sacerdote, según lo que escribió en su libro “Apuntes históricos: San Juan de Aznalfarache”:

El incansable celo del dignísimo y virtuoso párroco don Juan de Dios Peña hace que la iglesia tenga un aspecto en extremo agradable y pulquérrimo; es lo que suele llamarse una tacita de plata, con su atrio enladrillado”.

Los intereses morales o espirituales están no menos sabiamente regidos por el virtuosísimo párroco D. Juan de Dios Peña, verdadero ministro de Jesucristo; su conducta intachable, talento y celo hacia sus feligreses, sobre los que ejerce una paternal tutela desde hace treinta siete años, le hacen ser amado y respetado por todas las clases sociales de este pueblo, donde las buenas costumbres y la religiosidad se conservan, beneficios en gran parte debidos a tan ejemplar sacerdote”.

Pasamos al año 1927, del cual sabemos que este sacerdote asistió nuevamente a una ceremonia religiosa de un pueblo cercano, ya que el domingo 6 de noviembre (curiosamente, no en octubre, porque nos referimos a la Función Principal a Nuestra Señora del Rosario), a las once dio comienzo la misa, en la Iglesia parroquial de San Ildefonso, de Mairena del Aljarafe, estando el templo, por el que tanto ha hecho el virtuoso cura párroco, tan querido ahí, don Antonio Sánchez, materialmente lleno de fieles. Ofició la misa el párroco de Gines, don Juan Bautista Gago; ministrado por don Juan de Dios Peña, cura de San Juan de Aznalfarache, y el de Valencina, don Manuel Carmona.

Y entramos en la época que debió ser muy complicada para este presbítero, con la construcción del nuevo templo y el cambio del que está en el cerro, al que se encontrará entre la parte baja (Barrio Bajo) y alta (Barrio Alto) del pueblo.

En los festejos celebrados en junio de 1928, en San Juan de Aznalfarache, con motivo de la solemnidad del Patrón, se consignó que uno de los números del programa oficial fuese la colocación de la primera piedra de la nueva iglesia de la localidad; acto que, según narra el redactor de esta noticia, resultó brillantísimo y al que asistieron, con las autoridades y párroco, el cardenal arzobispo, señor Illundain; los condes de Bustilio y Peñaflor, don Luis Taviel de Andrade y otras personalidades.

El mes de junio de 1929, también debió resultar muy intenso para don Juan de Dios, ya que, según lo escrito en los archivos parroquiales, el día 1, tuvo lugar la visita de Su Eminencia, el Cardenal Ilundain, para conocer la finalización de las obras de la nueva iglesia parroquial de San Juan de Aznalfarache. Y el lunes, 24 de junio, festividad de San Juan Bautista, se celebró la bendición e inauguración del templo con el nombre titular y patrón de la localidad, ceremonia que presidió el mismo prelado.

Ya comenzada la vida de este nuevo templo, en 1930, D. Juan de Dios Rada Peña, como Cura párroco, forma parte de la junta municipal, constituida con el fin de reunir fondos y allegar recursos con que adquirirlos, para equipar el nuevo templo parroquial de San Juan Bautista.

En el documento que establece la existencia de esta junta, una pequeña historia del porqué del nuevo templo, sus motivaciones, sus objetivos, su composición y el listado de lo que se quiere conseguir, se menciona a don Juan de Dios como “digno párroco”, además de ser la persona a la que dirigirse, en el caso de que alguien quiera donar alguno de los objetos o materiales indicados en el texto.

Firma del párroco.

En las seis informaciones halladas, sobre presuntos sucesos ocurridos el 12 de mayo de 1931, no se menciona al párroco de San Juan de Aznalfarache, según los cuales, unas monjas habrían visitado la edificación del abandonado convento en la atalaya, o que, unos religiosos, huyendo de Sevilla, se habrían refugiado en el mismo, lo cual habría provocado una violenta algarada de los vecinos contra el cerrado y abandonado templo en el cerro, sacando imágenes sacras y objetos de culto, para quemarlos en una hoguera en las afueras de la iglesia. El alcalde Próspero Castaño calmaría dicha revuelta, sin necesidad de que intervinieran las fuerzas públicas. Don Luis Gallo, de la Agrupación Socialista local, escribiría a los medios de comunicación, defendiendo el prestigio de San Juan de Aznalfarache, para aclarar la exageración de los hechos relatados anteriormente y que no hubo asalto ni hoguera, sino que un grupo de vecinos sacaron las imágenes del templo del cerro, para llevarlas a la iglesia parroquial, en el centro del pueblo, lo cual afirma que fue la verdad de aquellos hechos.

Un tiempo después de aquellos hechos, en 1933, el Cardenal Arzobispo Mons. D. Eustaquio Ilundain y Esteban enviaba un escrito a todas las iglesias de la Archidiócesis, para que le fueran comunicados al arzobispado los objetos y utensilios de interés artístico o histórico en cada templo.

En la respuesta de D. Juan de Dios Peña y Rada, en el texto con su firma, indica que lo relevante es la pila bautismal del tiempo de los visigodos (“según algunos”, explicita textualmente); y el retablo, estilo renacimiento, con sus cinco cuadros atribuidos a Juan del Castillo, existente en la antigua iglesia parroquial. Los demás objetos (“a su juicio”), no reúnen condiciones artísticas o históricas, y están consignados en el inventario de 28 de mayo de 1930.

Y es que, en general, el ambiente anticlerical con la proclamación en España de la II República, se había vuelto complicado, por los casos de incendios y saqueos en los templos. La Capilla del Rosario sería asaltada y profanada el 24 de abril de 1936 y se le indicaría a la, por entonces, Hermana Mayor, Dª. Rosario Domínguez que, si los querían, retiraran a los santos. Desde cinco años antes, ya los cultos se venían celebrando en el templo parroquial, con el traslado secreto y nocturno de la imagen. Toda esta conflictiva situación debió suponer muchos disgustos y tensiones para el presbítero, que sería ya un hombre de avanzada edad.

Tal y como consta en el “Libro VII de Curas”, en el Archivo diocesano del Arzobispado de Sevilla, el 10 de febrero de 1937, D. Juan de Dios Peña y Rada cesó por renuncia. No nos consta ninguna aclaración sobre este abandono, pero con la perspectiva de todo lo sucedido en los años anteriores, la vejez y, quizá, alguna enfermedad que agravara su estado, le llevó a tomar la decisión de dejar de ser el párroco de San Juan de Aznalfarache.

Quizá, en sus restantes años de vida, permaneció en esta localidad, porque, la última noticia de la que disponemos es que se encuentra en el Cementerio de San Juan de Aznalfarache, por aquel entonces Cementerio Parroquial de San Juan Bautista y, actualmente, propiedad de la empresa Funestre. En su tumba, se leemos:

“Juan de Dios Malpica Peña. Fallece el 10 de enero de 1963. Su esposa no le olvida”. “Juan de Dios Peña Rada. Párroco que fue, durante 50 años, de esta villa. Fallece el 12 de septiembre de 1946”.

 

NOTA: Agradecemos a D. Antonio Ruiz Palacios (médico, investigador local y escritor, entre otros libros, de “Cuando sopla el viento: Tradiciones, cuentos y leyendas del siglo XX en San Juan de Aznalfarache”, con varios ejemplares disponibles en la biblioteca municipal), sus aportaciones para poder confeccionar este artículo.

Fuentes bibliográficas:

-“ABC de Sevilla”, 25 de abril de 1936. Sevilla.

-“ABC de Sevilla”, 23 de abril de 1961. Sevilla (efeméride de 25 años antes).

-“La Actualidad”, 8 de junio de 1909 (año IV, número 150). Barcelona.

-Archivos diocesanos del Arzobispado de Sevilla.

-Archivos parroquiales de San Juan Bautista, en San Juan de Aznalfarache.

-“El Vigía Católico de Ciudadela, con aprobación de la autoridad eclesiástica”, miércoles, 6 de agosto de 1890 (número 808, año VIII).

-Gaceta de Madrid. Año CCXXIX (229), número 200. Sábado, 19 de julio de 1890. Tomo III, página 193.

-COBOS Y VILLALOBOS, A. (1927): “Apuntes históricos: San Juan de Aznalfarache”. Sevilla, impresor Manuel Carmona.

-“Diario de la Marina”, 14 de mayo de 1931. Madrid.

-Documento parroquial de 1930, solicitando ayuda y suscripción de cuotas para el equipamiento del templo parroquial de San Juan Bautista, en San Juan de Aznalfarache.

-GARCÍA AGÜERO, F. J. (2014): Proyecto Fin de Grado “Clima y conservación: series temporales de cinco templos del Aljarafe”. Sevilla, Universidad de Sevilla.

-Índice de expedientes de seminaristas que lo fueron en el Seminario de San Isidoro de Sevilla y San Francisco Javier, 1848-1900. Archivos diocesanos del Arzobispado de Sevilla.

-“El Liberal”, 8 de febrero de 1901. Sevilla.

-“El Liberal”, 29 de junio de 1901. Sevilla.

-“El Liberal”, 2 de marzo de 1924. Sevilla.

-“El Liberal”, 8 de noviembre de 1927. Sevilla.

-“El Liberal”, 28 de junio de 1928. Sevilla.

-“El Liberal”, 13 de mayo de 1931. Sevilla.

-“El Liberal”, 14 de mayo de 1931. Sevilla.

-“El Liberal”, 25 de abril de 1936. Sevilla.

-“El Liberal”, 28 de abril de 1936. Sevilla.

-“El Liberal”, 29 de abril de 1936. Sevilla.

-“La Libertad”, 13 de mayo de 1931. Madrid.

-“El Noticiero Sevillano”, 5 de julio de 1895. Sevilla.

-“El Noticiero Sevillano”, 2 de octubre de 1895. Sevilla.

-“El Noticiero Sevillano”, 5 de mayo de 1897. Sevilla.

-“El Orzán”, 14 de mayo de 1931. La Coruña.

-PINEDA NOVO, D. (1980): “Historia de San Juan de Aznalfarache”. Sevilla, Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache.

-“La Voz”, 13 de mayo de 1931. Madrid.

Web:

https://hermandadrosariosanjuan.blogspot.com/p/historia.html

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