El Convento de San Juan Bautista, fundado por la Tercera Orden de San Francisco, en el año 1400, en San Juan de Alfarache (como se denominó oficialmente San Juan de Aznalfarache hasta finales del siglo XIX), tuvo un primer gran y claro benefactor con el sacerdote fray Diego García de Quijada, a finales del siglo XV; tras casi 200 años después, vino otro de los grandes mecenas del convento, por el que, gracias a sus aportaciones, se terminaría el templo parroquial de San Juan Bautista, pues su nombre aparece grabado en la bóveda del mismo, y seguro que también realizaría más aportaciones a la vida del convento, probablemente, también permitiéndose poder costear la adquisición del Retablo de los Santos Juanes, vinculado a la Parroquia sevillana de San Juan de la Palma. Aunque no hay pruebas documentales, las fechas de la adquisición y del testamento coinciden, en torno al año 1710.
Vamos a hablar de Antonio Legorburu y Ardiles que, descendiente de familia oriunda del País Vasco, ante todo, se tuvo que sentir muy identificado con el cerro más cercano a la ciudad de Sevilla. ¿Pudo ser que, alguna vez, saliendo a navegar, o a dar una vuelta por el entorno de la urbe, encontró un sitio con el que se identificó tantísimo, porque representaba el significado de su apellido? Y es que “Legorburu”, según estudios heráldicos, viene a significar “la parte alta del sequeral”, donde “legor” es “terreno seco” o “sequeral” y “buru”, quiere decir “cabeza” o, en términos geográficos, “la parte más alta”. ¿Vio Antonio Legorburu un campo de Tablada amarillento tras un tiempo de sequía, tras el que se alzaba el cerro donde se alzaba el convento de los frailes terceros? ¿Podemos imaginar lo que sintió este cargador de Indias al ver su apellido representado en una imagen natural de las tierras del Reino de Sevilla?
Para conocer a tan destacado hombre dentro de la historia del convento sanjuanero, primero hablaremos de su origen: Juan Ochoa Legorburu, natural de Bilbao, contrajo matrimonio con Margarita de Mugaburu, de igual naturaleza, y fueron padres de Simón Legorburu y Mugaburu, también natural de Bilbao, que se casó con María de Ardiles y Ugarte, de la misma naturaleza, y procrearon a Antonio Legorburu de Ardiles, natural de Bilbao.
En 1679, ya tenemos constancia de la presencia de Antonio de Legorburu en la ciudad de Sevilla. Y es que, en la segunda mitad del siglo XVII, la presencia vasca era significativa en el comercio de la capital hispalense con América, presencia que se debía al monopolio, compartido con Cádiz, que Sevilla seguía teniendo. Y la existencia de foráneos norteños se basaba en la necesidad de variada y diversa cualificación de aquellos individuos, que les permitía abarcar gran número de actividades económicas y comerciales, generadas en torno al tráfico español con las Indias.
Antonio de Legorburu y Ardiles fue una persona notable de la época y, entre otros puestos, podemos decir que fue: hacendado y cargador a Indias; cónsul (entre 1679 y 1685) y prior del Consulado de Cargadores de Sevilla a Indias (en 1691 y desde 1693 a 1698); mayordomo de la Cofradía de los Vizcaínos (1680, 1682 y 1694); obtuvo el hábito de Caballero de la Orden de Santiago (ingresó el 2 de mayo de 1681, está en la lista de 1697 y en la matrícula de 1703); asiste regularmente a las juntas de comercio (entre los años 1700 y 1704); y también, patrono de la iglesia de San Juan de Alfarache.
Esta destacadísima persona, en la historia del Convento de San Juan Bautista, también había ocupado en varias ocasiones el cargo de mayordomo de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad; todo lo anterior da buena cuenta de su peso en la sociedad económica y empresarial sevillana, en la que destacaba como uno de los principales exportadores.
Los Legorburu habían irrumpido con fuerza entre los comerciantes vascos afincados en Sevilla, en la década de 1670, de modo tal que Antonio de Legorburu y Ardiles, padre del veinticuatro Simón (alcalde de Sevilla), figuraría ya entre los cargadores más poderosos del consulado a comienzos del siglo XVIII. Merced a la fortuna que amasaron en estas lides y a la hidalguía originaria de las provincias vascongadas, sus apellidos no tardarían mucho en sumarse a los que poblaban las principales instituciones de la élite social, comenzando por la Orden de Santiago, como también lo haría después Simón de Legorburu.
En el ámbito religioso, aquellos hombres importantes de la economía y el comercio en Sevilla de la época, dejándose ver de forma clara y directa, promocionaban el embellecimiento de los altares de los principales templos de la ciudad y su área de influencia. Los mayores, generalmente, reservados a la protección de los linajes más conspicuos del poder local, constituyen el eje de la promoción artística de algunos de ellos. Allí se resaltaba, a través de los escudos de armas, su vínculo (un impulso que pude manifestarse claramente en las horas finales como última voluntad). Así, en 1711, la viuda del distinguido Antonio de Legorburu, caballero que fue del hábito de Santiago, doña Isabel Leonarda de Bernuy y Mendoza, dispuso en su testamento varios legados, a repartir entre los conventos de San Pablo y San Juan de Alfarache y la iglesia de Nuestra Señora de Belén (Tomares), con los que se muestra la alta vinculación que tuvieron con ellos.
El profesor
universitario e historiador sevillano, D. Miguel Lasso de la Vega y López de
Tejada (Carmona; Madrid, 1957), en su discurso de ingreso en la Real Academia
Sevillana de Buenas Letras, titulado “Piedras sevillanas”, en 1922, disertó
sobre este tema: “De los Legorburus nos queda recuerdo heráldico en la iglesia
del Convento de los Terceros de San Juan de Aznalfarache, por su patronazgo.
Allí vemos su escudo, que es cuartelado; en campo de oro, tres fajas rojas y
tres estrellas de oro en campo azul, combinados con las armas de los Ardiles,
Mugarburu y Ugarte, juntamente con los Bernuy y Mendoza de la Casa de Benamejí,
a la que pertenecía la mujer de don Antonio de Legorburu, Caballero de
Santiago, el primero de la familia, oriundo del Valle de Orozco, que vino a
Sevilla, con su tío, Ignacio de Mugarburu, Contador de la Casa de Contratación,
ilustre vástago de esta familia alavesa, procedente de Llodio, donde tenían su
Casa solaz, con su blasón de oro, un águila explayada, orlada de cuatro reales
de oro en campo rojo”.
Como afirma
Vázquez (1943), el antiguo Convento franciscano de San Juan de Alfarache
fue Patronato de los Legorburu. Y es que algo muy grande debió sentir
el hacendado Antonio al ver este cerro, esta atalaya, sobre un extenso campo,
probablemente, seco y amarillento, tan cercanos a Sevilla, y sentirse como
en casa, por ver con sus propios ojos el significado de su apellido paterno.
Desde comienzos
del siglo XV la actividad religiosa de Tomares era desarrollada por los
franciscanos del pueblo vecino de San Juan de Alfarache, que ejercían la
dirección espiritual y las labores pastorales de ambas localidades.
La construcción de
la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Belén (Tomares), está datada
en el año 1708, siendo de estilo mudéjar. Uno de los motivos claros que pudo
tener la creación de este templo fue que la herencia de Antonio de Legorburu, a
principios del siglo XVIII, estuvo destinada a varios templos, entre ellos,
este de Tomares.
En 1710, los frailes terceros de Alfarache logran la cesión de la Casa de los Mareantes en Triana; y también, en esta fecha está datada la llegada del Retablo de los Santos Juanes a nuestra localidad. Este poderío económico de los residentes en el Convento de San Juan de Alfarache, con la clara relación de las fechas, sólo se puede explicar por el testamento otorgado a los franciscanos terceros por el mecenas Antonio de Legorburu y Ardiles.
El Retablo de los Santos Juanes (que hace referencia al patrón de la localidad, desde tiempos de la Orden de Malta, San Juan Bautista y a San Juan Evangelista), fue realizado originariamente para la iglesia de San Juan de la Palma, de Sevilla. La arquitectura del retablo fue encargada a Miguel Cano en 1634, tracista y ensamblador de retablos; las esculturas, a su hijo Alonso Cano (nacido en Granada en 1601, y que vino con su padre a Sevilla en 1614), y las pinturas al pintor de la Escuela Sevillana, Juan del Castillo (1590-1657). Es, por tanto, este retablo uno de los más significativos de Sevilla, que se terminó de hacer en 1638.
De las cinco grandes pinturas de este
retablo, tres están dedicadas a San Juan Bautista (Nacimiento, Bautismo de
Cristo y Predicación), y dos, a San Juan Evangelista (su Visión en Patmos, y
Martirio en una tina hirviente).
Durante el tiempo que estuvo este retablo
en San Juan de la Palma, en el camarín central del mismo, se veneraba una
imagen de San Juan Bautista, realizada por Alonso Cano, que actualmente se
encuentra en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Hay un malentendido
histórico por el cual se piensa que aquella escultura estuvo en San Juan de
Alfarache, pero en verdad no llegó a entrar en el acuerdo del cambio de la
iglesia sevillana al templo de este convento aljarafeño.
En 1710 fue trasladado este retablo a la
iglesia del convento de los terceros de San Juan de Alfarache. Según González
de León, este hecho fue “debido a la estupidez y al mal gusto” de los
que lo mandaron quitar de la Iglesia de San Juan de la Palma, de Sevilla.
Todos estos datos tienen una gran
importancia para la historia de San Juan de Aznalfarache, porque, aunque está
claro que hubo uno o varios templos anteriores, incluidos en el recinto del
convento franciscano, el de principios del siglo XVIII, con el Retablo de los
Santos Juanes y con el nombre de Antonio de Legorburu en la bóveda del
templo, en el culmen del mismo, es el que llega a nuestros tiempos.
Bibliografía:
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Sevilla y el País Vasco, en la segunda mitad del siglo XVII”. Revista de
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vascos en el consulado de Sevilla”, en “Comerciantes, mineros y nautas: los
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-RAMOS COBANO, C. (2012): Tesis doctoral
“Familia, poder y representación en Andalucía: los Cepeda, entre el Antiguo y
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“Comerciantes, hacendados y caballeros veinticuatro: las estrategias de
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Editorial de la Universidad de Sevilla.
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Otras fuentes:
es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Lasso_de_la_Vega_y_L%C3%B3pez_de_Tejada
heraldicajavieralonso.jimdofree.com/




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