Empezamos este texto por esta sencilla aclaración sobre los
términos que se manejan en torno al cerro – atalaya de San Juan de
Aznalfarache:
La Barriada Nuestra Señora de Loreto, popularmente Barriada
Monumento, es todo lo construido, como barriada militar, incluido el Recinto
Sagrado al Corazón de Jesús.
El Cerro de los Sagrados Corazones es la denominación que le dio el
Cardenal Arzobispo de Sevilla, Mons. D. Pedro Segura, a todo la atalaya, en los
años 40 del siglo XX, una vez que acabó la construcción de todas las
instalaciones para bendecir a Sevilla y a toda la Archidiócesis, San Juan de
Aznalfarache incluida, a través de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, y
del Sagrado Corazón de María, la celebración de los sacramentos, la oración en
los templos y en la Avenida del Santo Rosario, la formación (laica y
cristiana), y las distintas actividades de evangelización, sociales, piadosas y
caritativas que se pudieran desarrollar en los variados espacios.
Y está el término “Chaboya”, una referencia sin un origen claro (al
menos, hasta el tiempo presente), para el cerro que trataremos de explicar lo
que se sabe de él en las siguientes líneas:
En primer lugar, hay que aclarar que no hay unidad de criterio en
cuanto al nombre del cerro en la antigüedad y que los investigadores,
historiadores, cronistas, periodistas y divulgadores, lo escriben de diversa
forma, según la fuente a la que recurran:
-“Chaboya” o “de Chaboya” (con la preposición), es el más usado.
Con la letra “b” lo escribieron el alférez Miguel de Obando (1628, realizando mapas, por encargo del Conde
Duque de Olivares), y el historiador, poeta, abogado y sacerdote Rodrigo
Caro (1634). Y lo populariza, en el siglo XX, el ingeniero alemán, residente en
San Juan, D. Otto Engelhardt (a quien
deberíamos tener muy presente en nuestros tiempos, en este 2024, por su clamor
de no más guerras), nominando su residencia como “Villa Chaboya”. Sin
embargo, esta no es una prueba de que el lugar se llame así, pues tiene todo el
derecho a llamar a su casa como quiera (igualmente
le pudo poner “Villa Brunswick”, su localidad de nacimiento).
-“Chavoya”, con “v”, curiosamente, aparece en primer lugar, en una
crónica sobre la historia de España, de Florián Ocampo (1553), cuyo trabajo
sería finalizado y publicado en 1791.
-“Chamoya”, se usa en varios textos, como alternativa a “Chaboya”,
pero sin más explicación del porqué de esta variación.
-Y “de la Chaboya”, que usan otros investigadores y divulgadores,
aunque sin aclararlo tampoco.
Todos los términos tienen en común que nadie ha sabido explicar su
origen (nombre de una persona, una finca,
un apodo…). Para continuar este texto, vamos a usar el término más conocido
y popular, con la letra “b”, aunque sin cerrar la posibilidad de que el
auténtico sea uno de los otros.
Curiosamente, un texto norteamericano enumera todas las formas de escribirlo, haciendo referencia a la familia Chavoya, presente en Estados Unidos, que enumera así: “Chabolla, Chavolla, Chaboya, Chevolla, Chebolla, Chevoya y Cheboya”
¿De dónde procede “Chaboya”?
La etimología de este apellido la podemos encontrar en el norte de
España, quizá proveniente de Centroeuropa, para luego dar el salto a
Hispanoamérica, y propagarse, especialmente, desde México.
También hay que indicar que podría ser un derivado del apellido de la casa real y la nobleza “Saboya”. El Ducado de Saboya existe desde el 1416,
proclamado así por el emperador Segismundo al estado que gobernaba la casa
Saboya, entre Milán, Borgoña y la provincia de Dauphiné (Wikipedia).
Con posterioridad a estos orígenes, hay que referirse también a la
existencia de una población de California con este nombre, de origen mexicano;
esto hace que sea también nombre de institución pública, alojamientos, etc.
¿Quién pudo ser Chaboya?
En 1543, los duques de Medina Sidonia tuvieron a Pero (Pedro)
Chaboya trabajando para ellos.
En Granada, 1566, hubo un receptor de la Inquisición llamado Juan
de Chaboya. Y tres años más tarde, hay censado otro Juan de Chaboya que marchó
a las Indias.
Encontramos que un maestre de la Nao Victoria (1578), se llamaba
así, pero sólo es una cita puntual.
En 1612, ya hay constancia un José de Chaboya en México,
proveniente de Bilbao.
Entre 1649 y 1658, trabajó para la nobleza, doña Clara de Chaboya
(o Saboya, que así lo indica el propio texto).
¿Cuál es nuestra teoría ante esta variedad?
Primero, quisiéramos reseñar que ese nombre no aparece en los
escritos sobre la cesión del Arzobispado de Sevilla a la Orden Franciscana,
para ocupar la iglesia parroquial de San Juan de Aznalfarache o Alfarache, en
1400, por lo que la denominación como “Chaboya” en el cerro o sus alrededores,
debe ser posterior.
Seguramente, la persona
Chaboya, objeto de este análisis, no fue ninguna de las anteriormente
citadas, pero haciendo referencia a la antigüedad del apellido y las
circunstancias históricas (San Juan de
Aznalfarache fue un muelle importante, para la construcción y puesta a punto de
embarcaciones menores, en el siglo XVI y XVII), se vino a vivir cerca del río, a un cerro desde el que lo pudiera ver y
estar cerca, probablemente, de ese trabajo como armador o navegante,
acompañado de su familia.
¿Qué era “Chaboya” en San Juan de Aznalfarache?
Inicialmente, no fue el cerro, sino que, como lo dibuja el alférez Obando en el mapa que realizó en 1628, era
una construcción a modo de casa (no
lo señala como alquería, los caseríos o fincas de la época), una residencia
o un hogar para quienes lo ocuparan, apartado del convento de los frailes
franciscanos, en San Juan de Aznalfarache y antes del camino entre Sevilla y
Tomares, por lo que estaría el término municipal que antes comprendía la
segunda (San Juan era una aldea de
nuestro pueblo vecino). Además, entre el convento y este lugar Chaboya,
sitúa dos alquerías: “de Xexa” y “del Platero”, de las cuales también se
desconoce su origen.
Esa construcción o
la familia o la persona que lo habitase, fue la que le dio el nombre al cerro.
¿Qué define Chaboya en San Juan de Aznalfarache?
Rodrigo Caro (“Antigüedades y principado de la Ilustrísima Ciudad
de Sevilla”, 1634) lo describe así: ”Junto a estas murallas,
están otras más antiguas, y así más destruidas, en otro cerro más cercano a
Sevilla, y este sitio llaman vulgarmente Chaboya. Entre ambos hay una entrada
que sirve de paso a los que suben hasta estos lugares. Y en este Chaboya se ven
fundamentos y pedazos de torres y muros más antiguos que los de San Juan de
Aznalfarache, pero están tan juntos ambos sitios, que pudo ser todo un lugar”.
Es decir, la atalaya de San Juan de Aznalfarache, estaría dividida
en dos partes, con una hondonada en el centro, donde estaría asentada Osset. Ciertamente,
esta descripción tiene un problema, pues no se han descubierto ruinas (al menos, hasta ahora), por la parte
norte del yacimiento arqueológico de Osset, ni se ha encontrado algo en el
antiguamente conectado (hasta que se
realizó la autovía de Coria del Río), cerro donde están el hotel Alcora y
la sede de Canal Sur, que explicara los “pedazos de torres y muros más antiguos”.
Aunque sobre esas ruinas más antiguas (“torres”), que cita Rodrigo Caro, existe un interesantísimo estudio
sobre un acueducto que suministró agua al cerro de San Juan de Aznalfarache en
los tiempos almorávides y cuyas piedras fueron llevadas a la ciudad de Sevilla.
En “España Sagrada” (1752), Henrique Flórez, doctor y catedrático
de Teología, lo define como “el cerro más cercano a Sevilla”.
Modernamente, los investigadores e historiadores tienden a
identificar el Cerro Chaboya con toda la atalaya de San Juan de Aznalfarache.
En la guía del Centro de Interpretación del Patrimonio Arqueológico
de San Juan de Aznalfarache (2012), se aclara:
“Entre 2004 y 2011, con motivo de la construcción por
la Junta de Andalucía de la Línea 1 del Metro de Sevilla, se realizaron los
trabajos arqueológicos en la plaza Dr. Cariñanos, en el punto de unión de dos
mesetas, la de Chaboya y la de los Sagrados Corazones”.
La definición para
lo que es Chaboya en San Juan de Aznalfarache, de acuerdo con las indicaciones
históricas expuestas, sería la parte norte de la atalaya de San Juan de
Aznalfarache.
Aparte del ya mencionado problema del desconocido origen del
término “Chaboya” en San Juan de Aznalfarache, queremos indicar otros tres conflictos
o dificultades para su investigación y entendimiento:
1. Algunos divulgadores, investigadores, cronistas, historiadores o
periodistas, anteponen en sus textos el término “Chaboya”, al nombre propio del
asentamiento de Osset, como si el nombre del cerro o de esa parte del cerro
fuera algo más antiguo, llamando a confusión.
2. Hay otro nombre también de aquella zona “Villa Alfaro”, que era
como anteriormente se conocía la finca de la actual Institución Benéfica del
Sagrado Corazón de Jesús “Regina Mundi”, que ya en mapa de 1918, aparece
también como el nombre de esa atalaya. Y esto ocurría antes de la época de la dictadura.
3. Fuera intencionado o no, durante la dictadura no se utilizó el
término “Chaboya”, siendo sustituido en sus mapas por el de la Casa Real de "Saboya", como se puede ver en este mapa parcelario de la barriada que se
preparaba para construir en 1946.
Ponemos fin a este artículo el 23 de abril de 2024; esperamos poder actualizar, aclarar y mejorar la información aquí escrita con nuevos descubrimientos concluyentes. Cuando cambiemos la información, añadiremos la nueva fecha de las modificaciones.