De San Juan de Alfarache a Aznalfarache durante el siglo XIX

Estudio sobre el cambio de denominación de San Juan de Alfarache a San Juan de Aznalfarache durante el siglo XIX, hasta que el último se hace oficial en 1890.

El penúltimo nombre propio de esta localidad parte de los tiempos del asentamiento de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén o de Acre, que transmitió su patrón a esta villa: San Juan Bautista, más el arabismo al-Faray, cristianizado como Alfarache, en las décadas en las que permanecieron en este lugar, durante el siglo XIII.

Ya en el siglo XV, se puede justificar que el nombre de esta aldea ribereña de Tomares es San Juan de Alfarache, a través de los documentos del envío de los frailes franciscanos para habitar en el cerro. Curiosamente, mientras para la administración civil, San Juan dependía de Tomares, para la administración eclesial, tanto Castilleja de Cuesta como Tomares, dependían de San Juan.

Desde 1599, el nombre de San Juan de Alfarache se hace muy popular por el primer tomo de la novela picaresca de Mateo Alemán, que toma como apodo el de su lugar de origen: Guzmán de Alfarache. En el primer capítulo de la misma describe la localidad en aquel tiempo.

Portada de la obra.

Si quiere leer la reflexión de este blog "¿Se puede analizar al obra "Guzmán de Alfarache" sin conocer San Juan de Aznalfarache", haga clic aquí.

En 1630, surge el primer libro que se centra en un tema de la historia de San Juan: “Información sobre la posesión y propiedad de la milagrosa pila bautismal en el Osset Bético, territorio hispalense transamniano, San Juan de Alfarache”, escrito por el fraile cartujo Joseph de Santa María.

Portada del documento de 1630.

Si quiere saber más sobre esta obra y su autor, haga clic aquí.

Es ya en este siglo XVII, el sevillano don Diego Ortiz de Zúñiga, noble, historiador, Caballero de la Orden de Santiago y alcalde de Sevilla, escribe “Anales Eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla, metrópoli de la Andalucía, que contienen sus más principales memorias, desde el año 1246, hasta 1671” (de 1677), donde encontramos por primera vez (al menos hasta el año 2025), la denominación “Aznalfarache” para estas tierras, como por ejemplo, para llamar al “castillo de Aznalfarache” aunque en la misma obra, también aparecen “San Iuan de Alfarache”, “Alfarache”, “Aznal Farache” y “Haznalfarache”.


Dos ejemplos de este manuscrito histórico en el que, por primera vez, encontramos la denominación Aznalfarache, aunque también aparezca la oficial San Juan de Alfarache.

En general, durante los siglos XVII, XVIII y las primeras décadas del siglo XIX, podemos contrastar por los libros de los frailes franciscanos de la Tercera Orden, residentes en esta villa, que la denominación usada para la misma es “San Juan de Alfarache”.

Indicación de la propiedad de uno de los libros del Convento de San Juan Bautista, de 1669.
Indicación de la propiedad de uno de los libros del Convento de San Juan Bautista, de 1771.
Indicación sobre uno de los inventarios del convento, en 1814.

En 1833, tras 585 años de existencia, el Real Decreto de 30 de noviembre suprimió el Reino de Sevilla, creándose la actual Provincia de Sevilla. Ello queda reflejado en el mapa del geógrafo francés A. H. Dufour, que constituye la primera imagen cartográfica plenamente contemporánea de Andalucía. San Juan de Alfarache cambia de nombre a San Juan de Aznalfarache.

Sección del mapa de 1833.

A través de los frailes terceros franciscanos y de la influencia sobre ellos del erudito clérigo don Manuel María del Mármol, es como pensamos que más cambió la denominación de esta urbe para la propia localidad. Es incluso el propio Manuel María quien, en su poemario, cambia de Alfarache a Aznalfarache, y crea la primera obra titulada con el nombre actual: “Al nuevo porche de San Juan de Aznalfarache”, la terraza a la entrada de la iglesia parroquial que él mismo financiaría. Este texto se encuentra en “Romancero o pequeña colección de romances, tomados de las poesías, impresas e inéditas, del doctor D. Manuel María del Mármol”, escrito en 1833 y publicado en 1834.

Según sus biógrafos, siendo eclesiástico católico, tenía un gran conocimiento de la cultura andalusí y podría ser quien detectó que el nombre “Alfarache” (proveniente del arabismo al-Faray), estaba falto de la primera palabra “Hisn” (castillo), que fue el verdadero nombre de esta fortaleza sobre el cerro, a finales del siglo XII y en las primeras décadas del siglo XIII, antes de la reconquista castellana.

Si quiere leer este poema completo, haga clic aquí.

Además, su influencia llegaría a la administración, a través del discípulo y amigo, el poeta, teólogo, sacerdote, filósofo y maestro de Bécquer, don Fernando Rodríguez Zapata y Álvarez, que incluyó el mencionado poema de don Manuel María, en el material de enseñanza del sistema educativo, en el año 1878.

El cabecero del poema en el año 1878, en el material de enseñanza.

Si bien ya comenzó la denominación actual, a lo largo del siglo XIX, se tuvo que alternar con otros estudiosos, cronistas y autores que seguirían llamando a estos terrenos “San Juan de Alfarache”, como en la obra del periodista, dibujante e hispanista inglés Richard Ford, publicada en 1837 y que, pese a su precisión en la descripción del lugar, mantuvo el nombre oficial, en su guía de viajes por España.

Sección del texto de Richard Ford.

En la prensa, se van alternando las noticias que hacen referencia a San Juan de Alfarache y a San Juan de Aznalfarache. En la publicación "El Corresponsal", de 4 de noviembre de 1842, aparece con la segunda denominación:

Después de aquel primero de 1833, en los mapas ya domina la nomenclatura de San Juan de Aznalfarache, como en este del año 1844 (realizado para el teniente coronel del ejército Federico Salazar).


Curioso es el plano topográfico del Guadalquivir, a su paso por Sevilla, que se elabora el 4 de febrero de 1844 y en el que se dejan puestos los dos nombres:

Mayoritariamente y, como podemos ver en el Atlas de España de Bachiller (es decir, vinculado al sistema de enseñanza formal), del año 1852, esta urbe se identifica como San Juan de Aznalfarache.

Otra curiosidad se da en la "Gaceta de Madrid" (anterior nomenclatura del actual "Boletín Oficial del Estado"), que también modifica el nombre de esta villa, como podemos ver entre los años 1855 y 1872. Sin embargo, oficialmente, todavía constaba el nombre de San Juan de Alfarache.

Listado de números premiados, de 13 de abril de 1855, en "Gaceta de Madrid"; reseñamos San Juan de Alfarache al final de la lista.
Registro de propiedades, de 8 de febrero de 1872, en "Gaceta de Madrid".
Y aun así, también hay otro nombre oficial que nos aparece de forma local, con el sello del Ayuntamiento de Tomares que, como podemos ver, indica: "Tomares y San Juan de Aznalfarache", aunque es fácil encontrarlo, en documentos y listados de la historia sevillana, como "Tomares y San Juan", suponemos que para abreviar la larga nomenclatura del municipio completo.
Sello de Tomares y San Juan, año 1876.
Tras esos casi setenta años de muy probables confusiones con el nombre de nuestra urbe, esta situación confusa y problemática, acabaría el 19 de julio de 1890, con la segregación oficial del término municipal de San Juan de Aznalfarache del Ayuntamiento de Tomares.
Si quiere leer más sobre esta segregación, haga clic aquí.
Si quiere leer más sobre los nombres de San Juan de Aznalfarache en su historia, haga clic aquí.
NOTA: este texto fue escrito por primera vez el 26 de junio de 2025 y, como en otros muchos de este blog, a medida que vayamos conociendo nuevos datos interesantes, los iremos añadiendo progresivamente e indicando qué aspecto concreto del texto fue modificado en estas observaciones finales.

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