Ironía alemana sobre el progreso, desde San Juan de Aznalfarache en 1927

Continuamos hablando en este blog, sobre la historia de San Juan de Aznalfarache, del pacifista republicano, ingeniero y diplomático Otto Engelhardt, que vivió en nuestro pueblo, en Villa Chaboya, entre los años 1915 y 1936, hasta que fue detenido y ejecutado. Varias decenas de artículos escribió para ser publicados por periódicos, en las fechas en las que vivió en nuestra localidad.

A continuación, compartimos completo el interesantísimo artículo publicado el 4 de noviembre de 1927, en “El Liberal” (periódico de edición sevillana), titulado:Progreso de la humanidad”.

“Libro de instrucción sobre el empleo de los gases en la guerra” se llama una obra editada por la dirección militar de una potencia, en uno de «los otros continentes». No quiero decir el nombre, para que nadie crea que estas líneas envuelven una crítica dirigida contra aquella potencia; no me ocupo más que del libro y dejo al amable lector formar su opinión sobre tal obra «cultural» de la manera que mejor le parezca.

Este libro contiene unos párrafos sobre el empleo de los gases para suprimir también motines en la misma patria (¡oh, qué dulce nombre!). Según el texto, los motines son siempre amenazas de la vida ciudadana por la chusma y, esta chusma, se puede discernir en tres clases: primera, chusma con armas; segunda, hombres sin armas; y tercera, hombres, mujeres y niños.

A estas tres clases de adversarios corresponden tres clases de gases: gases venenosos, para la primera (hombres con armas); gases lagrimosos (lacrimógenos), concentración de campaña, para la segunda (hombres sin armas); y gases lagrimosos “no” concentrados, para la tercera (hombres, mujeres y niños), al objeto de ocasional el pánico.

Estos gases se pueden aplicar horizontalmente con los aparatos de eyección, y se pueden aplicar también verticalmente (cual bendiciones desde arriba), por medio de bombas adecuadas, tiradas desde los aviones.

Por el positivismo cínico de esta «instrucción», quedará cualquiera obligado a reconocer que la civilización y cultura, por las que la humanidad ha peleado durante cuatro años y medio, adelantan que es una verdadera barbaridad.

¡Consecuencias morales de la guerra! ¡Ya no se respeta la cara de Dios en los prójimos, ni en los compatriotas!

Ahora, un ejemplo de las consecuencias “materiales”:

En el casino del lujoso balneario de Deauville se encontraron, hace poco, un escritor francés y otro alemán, contemplando la distinguida sociedad, formada principalmente por americanos. «Se pudiera pagar una buena parte de las trampas de la guerra con los valores que las damas llevan encima», dijo uno, y el otro se distrajo calculando la suma: La señora Astor, 165.000 dólares; su sobrina, la señorita John Astor, 50.000 dólares; la señora Belmont, que tiene las perlas mejores del mundo, y entre ellas las de la infeliz reina María Antonieta, muerta en la guillotina de la I República francesa, 100.000 dólares; la señora Frederik Gebhart, 150.000 dólares; y la señora Bradley Martín, la más rica en joyas, 300.000 dólares.

«¡¿Para eso se han destrozado mutuamente los hijos de nuestros países?!» Así convenían los dos observadores. «¡A ver lo que harán sus hermanos cuando unos mercachifles e irresponsables de este y del otro lado del Rhin intenten encender otra conflagración! ¿Los pueblos se dejarían engañar otra vez tan miserablemente como en 1914? Salvo los príncipes alemanes y los usureros y mercachifles, en nuestros dos países, la gente útil y buena ha quedado robada y destrozada. La parte grasa de la sopa fue para los culpables y los maridos de estas distinguidas bellísimas señoras».

¿Qué sabemos sobre el faro de Tablada en San Juan de Aznalfarache? 1930-1940.

Mapa cenital, compartido en 2017, que señala dónde estaría el faro en la atalaya sanjuanera.

En 2017, uno de los departamos de la Administración municipal solicitaba a los vecinos si alguien tenía alguna foto del faro que instalarían desde la base aérea de Tablada, en nuestro cerro más próximo a Sevilla, para orientar a sus aviones. Para mostrar su existencia, compartían la sección de ese mapa cartográfico del año 1930, señalando en rojo su ubicación, con frases como: “Daba tanta luz que hacía difícil conciliar el sueño a los vecinos de San Juan Bajo”.

Esto habría ocurrido en los años 30, con la función de iluminar las maniobras nocturnas de los aviones en Tablada. Como muestra de su situación sólo habían encontrado ese mapa cenital que, más o menos, por la distancia al previamente existente texto, se podría localizar entre los actuales Paseo del Mirador y Plaza Nuestra Señora de Loreto.

Se explicita que esta información se basa en los testimonios de D. Manuel Castillo (vecino de la Barriada de Nuestra Señora de Loreto y sacristán de la Parroquia de los Sagrados Corazones), y del Rvdo. Sr. D. Enrique Caro, Pbro. y fraile misionero de la Orden de San Juan de Dios, quien en su “Historia popular de San Juan de Aznalfarache”, escribió: “Por este tiempo (en referencia a la década de 1940), se comenzó a desmontar el faro que iluminaba el aeropuerto de Tablada”.

Tras nuestra búsqueda, realizada en varias ocasiones durante los últimos años, sólo encontramos un testimonio, escrito en 1957, en la “Revista de Aeronáutica”, a partir de un relato de un piloto que formaba parte de la escuadrilla azul (1941-1943) que, de hecho, buscaba dicho faro, pero que no lo encontró y cita explícitamente el nombre de ser de la localidad de San Juan de Aznalfarache.

De hecho, y tras revisión de varias publicaciones sobre la historia de Tablada, no hemos encontrado ni fecha de inauguración de aquel faro, ni tampoco de su destrucción, ni ninguna imagen de aquellos años que lo muestre sobre el cerro. De hecho, en general, en la historia de la base aérea de Tablada no hay mucho sobre el desarrollo de la Barriada Nuestra Señora de Loreto, desde que se inauguró, el 19 de marzo de 1950, hasta que la propiedad fue traspasada sus habitantes y los lugares públicos al municipio, por primera vez en la historia, perdiendo la condición de viviendas de protección oficial el 2 de abril de 2009.

Compartimos a continuación las fotos que hay en Internet, desde la base de Tablada y en las que se puede ver la atalaya sanjuanera, aunque sin el faro.

Perspectiva aérea de la base de Tablada en 1933, del Archivo Fotográfico del Ejército; al fondo, en la atalaya del antiguo convento, sólo se ven el templo y las instalaciones, con los olivos.

Junio de 1934, III Concurso de Patrullas de Aviones Militares, con la llegada de la primera impar que es la de Cuatrovientos. Observamos parte del cerro, con la iglesia y las instalaciones anexas.

Año 1936, realizada por la inauguración del puente aéreo entre Sevilla y Tetuán. Las estructuras que se observan sobre el cerro son el templo y sus instalaciones anexas, además de la muralla andalusí.

Año 1942, despliegue de aviones trimotores SM 79. Al fondo, se pueden ver el templo, con la torre para el Sagrado Corazón de Jesús y, aparentemente, en construcción, el acceso frontal: la Avenida del Santo Rosario. Sin embargo, tampoco se observa el faro.

Frente a estas fotos anteriores que no muestran el faro, remitimos a la web https://www.sanjuandeaznalfarache.net/, porque, en dos de las que ahí se pueden ver, creemos que, justo en la misma posición, aparece una misma estructura delgada en lo alto del cerro, sobre lo que es la Casa Grande de la barriada de Cerroalegre. No hay indicación sobre el año en que fueron realizadas. Para ver la foto completa, haga clic sobre los enlaces indicados bajo estos recortes de las fotografías.

Ver en:

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Si no se ve ninguna estructura en las fotos de los años 30, ¿sería que el faro sólo existió en la década de los años 20, es decir, en la primera década de funcionamiento de la base aérea de Tablada?

Bibliografía y documentación:

-BIOSCA VÁZQUEZ, E. J. (2020): “Centenario de la creación de la base aérea de Tablada. La aviación y Sevilla”. Sevilla.

-BRIALES DIAJARA, J. F. (julio – agosto de 2020): “Tablada centenaria, ver y tocar nuestros orígenes”, en “Revista de Aeronáutica y Astronáutica” (número 894, páginas 538 a 547). Madrid, Ministerio de Defensa.

-CARO, E. (2 de noviembre de 2022): “Historia popular de San Juan de Aznalfarache”. San Juan de Aznalfarache.

-MINISTERIO DEL AIRE (febrero de 1959): “Revista de Aeronáutica” (número 2019, año XIX). Madrid, Ministerio del Aire.

-QUEROLL MÜLLER, F. DE. (1982): “Más historia de Tablada, 1810-1982”. Sevilla, Prensa Española.

-RIVERO HIDALGO, C. (2024): “Cien años de aviación militar en Sevilla: la base aérea de Tablada”, en la revista “Aeroplano” (número 42, páginas 152 a 165). Madrid, Ministerio de Defensa.

-VV.AA. (febrero de 2022): “Tablada, 100 años de aviación”, en la revista “ARES Sevilla” (número 9). Sevilla, Asociación de Reservistas Españoles.

NOTA: Esta historia podrá ser modificada si se encuentran nuevos datos, que serán añadidos con indicación de la fecha en la que el texto se cambia, en esta parte final. 

Peligroso camino junto al Guadalquivir, cerca de San Juan de Aznalfarache, siglo XIX

Sección de mapa cartográfico de 1880.

Hasta la desembocadura del cauce de Madre Vieja (que desaguaba las aguas de lluvia que venían de Santiponce), era donde llegaba el término municipal de San Juan de Aznalfarache. En los tiempos presentes, aunque ese cauce desapareció por las obras en el Guadalquivir, aún la Hacienda Santa Ana en la otra ribera, sigue siendo parte de este término.

Con los dos textos siguientes (el primero proveniente de una noticia real; y el segundo, de un relato ficticio, pero que se ve que estuvo documentado con la realidad), queremos indicar que uno los dos caminos que, en la segunda mitad del siglo XIX y las tres primeras décadas del XX comunicaban San Juan de Aznalfarache con Sevilla, el que bordeaba el río, junto a su recodo, antes de llegar a San Juan, era muy peligroso.

“El Correo Militar”, 29 de octubre de 1888.

Puede encontrar el texto completo en:

https://historiadesanjuandeaznalfarache.blogspot.com/2025/06/dos-guardias-civiles-salvan-un-jinete.html

Próximo a la alcantarilla denominada ‘La madre’ (Madre Vieja, caudal de agua proveniente de Santiponce), un individuo, jinete en un brioso caballo, desapareció como por escotillón de la vista de los guardias.

Desde una altura de cuatro o cinco metros, habían caído al río y la corriente arrastraba a ambos, poniendo en gran peligro la vida del infeliz caminante.

“La América, crónica hispano-americana”, 24 de febrero de 1862. Madrid, donde se encuentra el relato “Al amor de la lumbre”, de Luis García de Luna (Sevilla, 1834 – Madrid, 1867), que fue periodista, escritor y autor dramático, amigo y colaborador de Gustavo Adolfo Bécquer.

Puede encontrar el texto completo en: https://historiadesanjuandeaznalfarache.blogspot.com/2025/06/al-amor-de-la-lumbre-obra-dramatica-en.html

A algunos pasos de distancia de San Juan, el camino de Sevilla se divide en dos; uno espacioso, que es el Real, y otro tortuoso y estrecho llamado de la Corta, que corre por la orilla del Guadalquivir y conduce a la ciudad con grande economía de tiempo y de terreno.

Apenas amo y criado atravesaron el valle y avistaron el Guadalquivir, la vereda se fue estrechando, hasta hacerse una senda tortuosa y difícil, que apenas permitía el paso a un solo caballo, y esto con grande riesgo, pues por la izquierda se rozaba con un valladar de pitas y moras silvestres y, por la derecha, estaba cortada a pico y descubría un abismo, cuyo fondo eran las aguas del río, que corrían calladas y serenas, señal indudable de su mucha profundidad.

NOTA: Actualmente, la Corta de Tablada se denomina al tramo de unión del Puerto de Sevilla, con el cauce natural del río. En aquella época aún no existía y es probable que se llamase así, como indica el texto, a la zona que discurría junto a aquellos terrenos.

Sección de mapa topográfico de 1890, donde indicamos la zona peligrosa del camino al borde del río.

Un cadáver en el río por San Juan y los dos vapores Aznalfarache 1893-1918

  Sevilla 3.- Flotando en las aguas del Guadalquivir, y cerca del pueblo de San Juan de Aznalfarache , se ha encontrado un cadáver . Com...